Personas mayores

La fragilidad de los ancianos es un “magisterio” capaz de enseñar sin necesidad de palabras

El Papa Francisco con abuelos, personas mayores y nietos: “La caricia y la sonrisa”
Foto: Vatican Media

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El sábado 27 de abril, con ocasión de la Audiencia especial “La caricia y la sonrisa”, organizada por la Fundación Età Grande con el patrocinio del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Aula Pablo VI se llenó con casi 6.000 personas, entre ancianos, abuelos y nietos, para encontrarse con el Papa Francisco, que se dirigió a ellos «como un 'abuelo', con el deseo de compartir la fe siempre joven que une a todas las generaciones».

Durante el encuentro -que contó con la presencia del Secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Dr. Gleison De Paula Souza- el Pontífice instó a no dejar solos a los ancianos, calificándolos como una riqueza que debe ser valorada por las nuevas generaciones. «Las personas mayores no deben ser dejadas solas, deben vivir en familia, en comunidad, con el afecto de todos», dijo Francisco, subrayando la importancia de «cultivar diferentes proyectos de existencia» en los que el paso de los años no sea una pérdida, sino una riqueza que enriquece a todos.

El Papa invitó a los nietos a escuchar a sus abuelos, la “memoria del mundo” de la que pueden aprender valiosas lecciones, como el horror de la guerra, que le transmitió su abuelo. «Los ancianos saben ver más allá y tienen muchas cosas que enseñarnos», dijo.

Dirigiéndose a los jóvenes, el Santo Padre les instó a no marginar a los ancianos porque «la marginación corrompe todas las estaciones de la vida». Estar juntos, cuidarse mutuamente genera amor, «un soplo de aire limpio que refresca el mundo y la sociedad».

29 de abril de 2024